sábado, 28 de marzo de 2020

JUEGOS DE MI INFANCIA


(A Ricardo Cabrera, a su calidez, porque esta historia le pertenece)

Desde lejos el silbido de mi tren quiebra la tarde. De un momento a otro pasará a mi lado, y yo como siempre, perderé la carrera que intento aunque en esta hazaña me acompañe el más veloz de mis caballos.

Una nube redonda derrama su pellejo rojo en el horizonte, y esa línea misteriosa se devora mi tren mucho antes de que yo pueda alcanzarlo. Pero hace un instante pasó por mi lado. Un montón de manos saludaron desde las ventanillas y fui objeto de todas las miradas. De todos mis juguetes éste es el más anhelado.

En los estanques, ranas diminutas saltan a mi lado y les pongo nombre, días después vuelven a mí, y juego a saber quién es Juana, quién Adelina, quién Jacinta, o un ejército de gallinas acude presuroso cuando yo lo dispongo, sólo con frotar una mazorca con otra, para desgranar el maíz, o me convierto en un músico exquisito, con sólo soplar dentro de unas cañas, para convocar los sonidos del viento.

Todos mis juguetes están a mi alcance cuando yo los necesito. Pero el más preciado, que llega hasta mí, pasa y se va, se lleva a un lugar que no conozco, mi asombro de niña, en su insondable destino de tren.

Beatriz Fernández Vila

No hay comentarios:

Publicar un comentario