martes, 25 de febrero de 2014

MICRÓFONO ABIERTO - II (en la voz de la autora)



UN PACTO CON ELLA

Afuera, ella esperaba. Ansiosa como había estado en esos días. Desconfiada tal vez, por haber caído en la telaraña del jugador. Adentro, los parroquianos indolentes, se consumían en un truco manso.

Él entró, y con él, el soplo violento que los despertó del letargo. Instalado en la mesa, el naipe certero fue a parar a sus manos. En la primera vuelta lo dejó pasar, una y otra vez, lo dejó pasar. Hasta que la sustancia de esos hombres afloró plena y dispuesta a la partida.

Nadie sabe decir qué fue lo que propuso, qué ponía en juego. Pero al fin ganó la vuelta. Y se quedó adentro, en el espacio límbico, con la certeza de una noche más ganada a la suerte.

Afuera, ella se conformaba con el trueque. El perdedor la miró, y se dejó cubrir por el negro manto.

Beatriz Fernández Vila

MICRÓFONO ABIERTO - I (en la voz de la autora)




NIÑA ROTA

Yo sé porque la niña espera todavía en el patio inmenso.
Y camina las baldosas una a una, con su pie que ya no es pequeño.
La lluvia que cae
no arrastra barquitos de papel
y sólo anega su cielo de rayuela
Pero ella igual insiste en soñarse reina o princesa,
y da besos de desencanto
aunque ningún príncipe aparezca.
¿Dónde se curan las niñas a las que ya no les leen libros de cuentos?
¿Existirá un lugar para niñas rotas,
como esas clínicas de muñecas,
donde le curen el alma
y le regalen sueños nuevos?
Beatriz Fernández Vila