(A Raúl Barboza, a la música de su corazón)
Sauce y arena
Raíz que susurra
en la tumultuosa entraña de la tierra
Sol ardiente de cresta dorada
que corona el río de piel litoral
Sabio que se hunde
en la urdimbre del agua
buscando el sustento
y tras el vuelo de los pájaros
pierde la mirada
sepultando el dolor
para alcanzar los sueños
Sudor vegetal
bajando en jangada
en la corteza húmeda del árbol derrotado
Manos callosas ojos de abá.
Silencio sonoro de selva y esteros
ausencia y encuentros
derrama en mi sangre
la música de tu corazón.
Beatriz Fernández Vila
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